19 marzo 2007

La vida de los otros

Llevo un año fino, cada vez que aclaman algo y voy a verlo salgo trasquilado. Se pregona que la flamante ganadora del Oscar La vida de los otros es una obra maestra. Después de verla y no dormirme lo único que puedo decir es que algo me pasa a mí o al resto del mundo, pero como yo estoy bien, gracias, algo va mal en el mundo.

¡Minuto y resultado!

Basada en hechos reales la película narra el cambio que se produce en un oficial de la Stasi que vigila a un dramaturgo sospechoso de ser infiel al regimen. El problema es que la piedra angular sobre la que se apoya el edificio está mal puesta. No se sabe por qué coño este José María García teutón se cambia de bando, porque con un suicidio y una sonata no creo que se ablanden muchos corazones. Menos aún siendo un alto oficial que tiene que saber, sí o sí, lo que se cuece en las cocinas de la dictadura.


Pero lo peor de todo es que con esos mimbres se podría haber construido una gran película. Tanto por el protagonista como por la relación entre la pareja espiada. Al final todo queda en una oportunidad perdida con un inicio prometedor y un bonito final pero con un tedioso desarrollo.


El director, Florian Henckel von Donnersmarck (tenía que escribirlo), va en plan Juan Palomo y se escribe la función sin saber muy bien como dar ritmo y administrar la trama. Así que llegados al desenlace empieza con saltos temporales que se hacen eternos y que no aportan nada más que una excusa para que el protagonista descubra que pasó. Con un plano y una elipsis se podría haber solucionado, pero como director primerizo e inseguro no confía en el público y alarga la función más allá de lo razonable.


Reomendada para los que pegan la oreja a la pared del vecino.

3 comentarios:

SisterBoy dijo...

Yo sí que me quedé dormido (no fué por culpa de la pelicula, me pasa con frecuencia) y cuando desperté y vi el rumbo que había cogido la pelicula pensé "¡mierda! ya me perdí la parte en la que el espia se convierte en protector del chico"

Y no, no me la perdí. Es que no se explica la conversión.

Adán dijo...

Hay gente que dice que aparte del tema del suicidio y la sonata es porque le da asco que se utilice el tema de las escuchas por el interés del ministro en beneficiarse a la actriz, pero es algo que tampoco me vale porque ya desde el teatro el protagonista dice que el dramaturgo oculta algo. Así que el es tan hijo de puto como el ministro.

Veracidad dijo...

Menos mal, no soy tan rara! Creía que era la única a la que no le había gustado esta peli!!!Fui a verla con unas ganas terribles y me fui desinflando por minutos. Después de 40 años con ese trabajo, de repente el de la Stasi se replantea todo su mundo???? Por favor!!! No tiene ni pies ni cabeza. Está en mi lista de FilmAffinity de "Películas famosas que nos soporto", junto con Crash, otra a la que le regalaron el Oscar.