23 noviembre 2006

Borat

Existe la ficción y la no ficción. Existen los documentales y los falsos documentales. Las maravillosas películas de Joaquim Jordá se valen de elementos de ficción para mostrar con mucha más eficacia la realidad. Los falsos documentales del genial Cristopher Guest muestran la ficción en forma de realidad. Utilizan unos actores fantásticos perseguidos por una cámara viva y juegan a hacer real una mentira en forma de reality esperpéntico.
Zelig, de Woody Allen usa las formas convencionales del documental para parodiarlo y darnos una magnífica historia de ciencia ficción.

Sacha Baron Coehn va más allá y maneja la realidad a su antojo a través de la ficción. Se mete dentro e interactúa con esa realidad. Y a través de este viaje obtiene uno de los grandes documentales de la historia del cine. Una visión de América que Michael Moore no sería capaz de mostrar ni en un millón de años. Y por si esto fuera poco en forma de comedia. La gran diferencia con todas estas películas es que aquí los actores no son tales, son astutamente engañados para que interactúen con el protagonista y además no tienen ni idea de que lo que están haciendo es ficción.



Borat es el segundo mejor reportero de Kazajistán, un estado de la antigua URSS, que viaja a América para estudiar a su población, su cultura, su sistema político y así poder implementarlos en su país.

Borat no es un hombre "normal". Es un antisemita (Sacha Baron es judío) y un misógino, para él el perro y el caballo van antes que la mujer en la cadena evolutiva. Si quiere una mujer literalmente se la lleva. Y cree que cualquier mujer haría sexo con él a cambio de dinero.

Al llegar a América realiza una serie de entrevistas a un congresista negro, a una liga de feministas, a un experto en comedia que le habla del estupendo sentido del humor americano y que le da una serie de pistas acerca de la manera más efectiva de llegar al público.... en fin que está claro que Sacha Baron Cohen se lo tiene muy creído. Pero sin este toque de presunción la peli no sería la misma.

Borat es una película compleja pero llena de elementos de cine convencional escatológico de ese que llega a todos los rincones. Es una película sobre la sociedad, sobre su poca clase, sobre su intolerancia, su fanatismo, sus miedos y sus costumbres rancias. Es una película inteligente que me temo que solo pueden disfrutar aquellos que tengan su alma limpia de complejos y de prejuicios y se enfrenten a la vida con sentido del humor.

3 comentarios:

SisterBoy dijo...

Supongo que también podrán disfrutarla aquellos que entren a ver una pelicula de risa sin más, me gustaria pensar que los millones de personas que la han visto en todo el mundo tienen el alma limpia de complejos y prejuicios y se enfrentan a la vida con sentido del humor pero me da que no es así.

Yo sigo esperando a la version original

foscardo dijo...

Me alegro de que por fin coincidamos en que nos guste una pelicula. Pienso que Borat es lo mejor que se ha hehcho este año. por encima de producciones con grandes presupuestos y estrellas supermegaegocentricas como protagonistas.

SisterBoy dijo...

Una pelicula de sketches con algunos buenos, algunos malos y algunos hechos para desconcertar al público (como las fotos de Borat con su hermano menor y la lucha grecorromana sobre la cama). Hubiera preferido que se continuara con el clásico argumento "stranger in stranger land" en vez de eso rollo de ir en busca de Pamela Anderson.

Como en Grizzly Man uno se queda preguntandose al final de la pelicula qué situaciones son reales y qué situaciones han sido prefabricadas, mi opinión es que excepto el episodio en la iglesia todos son prefabricados pero bueno estan bien hechos y algunos hasta tienen gracia.

Me ha parecido de mal gusto que hayan tomado como ejemplo un pais real, podian haber hecho que Borat viniera de Chiquitistan, Sildavia, Borduria o algún otro pais imaginario