18 enero 2007

El truco final (El prestigio)

La nueva película de Christopher Nolan nos traslada al principio del siglo XX para volver a tocar una serie de temas bastante comunes en sus películas, como la identidad o la obsesión.


En este caso dos jóvenes magos se ven enfrentados por una tragedia que les llevará a una vida de eterna rivalidad y profundo odio. Por el camino todo quedará en segundo plano porque el objetivo es ser mejor que el otro al precio que sea. De un lado tenemos al genial pero anodino Borden (Bale) y por el otro al deslumbrante pero mediocre (Jackman).


Lo mejor de la película es la presentación de esa época en la que la gente todavía podía asombrarse por (casi) cualquier cosa y los magos eran uno de los grandes espectáculos de masas. A partir de ahí Nolan juega a hacer magia con el argumento de la película siguiendo las reglas de todo truco: la presentación, la actuación y el prestigio. Para ello vuelve a utilizar una narración fragmentada como en Memento, aunque en este caso se refugia en flahbacks dentro de flashblacks. A pesar de la filigrana la película se sigue sin problemas.


El mayor problema de El prestigio (lo de El truco final es de traca) es que cae en la propia trampa que explica Cutter (Michael Caine): cuando la gente conoce un truco queda decepcionada. Y aquí Nolan no es capaz de esconder sus cartas y se ven un par de ases en su manga desde mediados de la película (si no antes). Y entonces cuando hace el prestigio el público exclama ¡Pff! en lugar de ¡OH!, al contrario que podría pasar en El sexto sentido o Sospechosos habituales.


Y el problema de hacer la película así es que por el camino deja una magnífica historia sin contar y que se despacha con una frase al final de la película. Probablemente todo funcione mejor en la novela porque hay ciertas cosas que es más fácil disimular en papel pero que en una película hay que andarse con mucho tiento para no dejar un pegote que suena a falso.


A pesar de que el juego de espejos entre la magia y el cine o la realidad y la ficción no termine de cuajar, la película se salva gracias al buen pulso narrativo de Nolan y al brillante duelo entre los dos protagonistas, secundados por un Michael Caine tan bien como de costumbre. Hay que destacar a Rebecca Hall que es la protagonista femenina por delante de una Scarlett Johansson que encadena su segundo papel florero tras La dalia negra.

3 comentarios:

SisterBoy dijo...

Totalmente de acuerdo. Es paradójico que el propio slogan inicial de la pelicula resuma tambien sus fallos, en este caso en The prestigue falla el prestigio de la pelicula. Y es una lastima, de haber sabido ocultar bien el conejo en la chistera podía haberle salido casi una obra maestra porque de esto la pelicula lo tiene todo.

Adán dijo...

SPOILER

En una novela puedes ocultar lo del gemelo describiéndole de una manera vaga pero en una película un personaje principal que no habla y lleva un pelucón... Yo creo que el público debería saberlo pero Jackman no, jugar con ese suspense, y desarrollar la vida de renuncia que acepta Borden (como el chino "tullido"). Es una idea, pero que se vea tan claro el truco es un fallo de dirección garrafal.

SisterBoy dijo...

SPOILER

Hombre yo creo que Nolan podía haber ocultado sus cartas mejor. Por ejemplo no creo que sea necesario mostrar al gemelo sino dejar notar su presencia de alguna manera hasta la revelación final, lo mismo que la máquina de copiar que Jackman le compra a Tesla, tampoco necesitamos saber a ciencia cierta que la tiene sino intuirlo.