08 octubre 2006

El diablo viste de Prada

Hollywood, ese torbellino de diversión, dinero y estrellas, a veces también hace películas. Y a veces son estupendas.

Es el caso del Diablo viste de Prada una película basada en un best seller escrito por una ex trabajadora de Vogue que pone a parir a su jefa, la directora de la revista. Aquí el nombre de la jefa ha cambiado, pero se trata del mismo ser humano ruin y desagradable.



Andy Sachs (Anne Hathaway) es la joven periodista que comienza a trabajar en la revista de moda más famosa de Nueva York como ayudante de su directora, la temida reina de la moda Miranda Priestley (Meryl Streep). A la chica realmente le gustaría estar escribiendo en el New York Times, pero necesita un trabajo y debe hacer todo lo posible por caerle bien a su jefa.

Lo que en principio parece que va a ser una revisión de La Cenicienta pasa a ser una de Wall Street. La chica siente una mezcla entre odio y adoración por Miranda y su deseo de contentarla se convierte en una obsesión. Andy poco a poco se transforma en aquello que odia porque es lo que tiene servir al mismo diablo, que se queda con tu alma.

Los primeros 10 minutos de la película son maravillosos. Con un ritmo vertiginoso digno de un Hawks, David Frankel nos presenta a las protagonistas. Andy no sabe vestir pero es feliz y Miranda asusta pero tiene una ropa por la que más de una mataría. Pero como todo cuento, que lo es... es normal que los personajes sobrepasen los tópicos. No sería la misma película si Andy supiera qué es Dolce & Gabbana o si Miranda mostrara algo de humanidad.




El mundo de la moda aunque pudiera parecerlo a simple vista, no está caricaturizado, se muestra bastante parecido a lo que nos imaginamos. Solo tenemos que ver un miércoles en Cuatro el programa Supermodelo 2006 para quedarnos helados con el esperpento de personajes que por allí se mueven.

Pero esta no es una película sobre el mundo de la moda, ya digo que Wall Street y esta se pueden dar la mano. Es una película sobre las decisiones que nos hacen avanzar, sobre aquello a lo que debemos renunciar para seguir adelante. Miranda se ve a sí misma en Andrea, ve a la chica que fue, la que algún día tomó la decisión equivocada. Por eso al final de la película -spoiler- el director nos regala esa escena tan triste en la que ambas siguen caminos completamente opuestos. Miranda atrapada y Andrea libre -fin del spoiler.

Meryl Streep realiza un ejercicio de interpretación tan milagroso que hasta podría decir sin ruborizarme que es el mejor papel de su vida y si no gana el Oscar será la mayor injusticia de la historia del cine.

5 comentarios:

SisterBoy dijo...

Sobre el tema de la relación jefe-empleado aprovecho para reivindicar la pelicula definitiva sobre esa cuestión, la desconocidisima "Swimming with Sharks" "El factor sorpresa"
http://spanish.imdb.com/title/tt0114594/

Adán dijo...

Gran recomendación sisterboy, yo aprovecho para reivindicaar a la protagonista femenina, Michelle Forbes.

SisterBoy dijo...

¡Es cierto! Que curioso tenia el recuerdo de que la actriz que hacia ese papel era Teri Hatcher, la verdad es que hay un parecido

Anónimo dijo...

a quien te refieres con esperpentos?

Unknown dijo...

No es la gran película pero es muy interesante salen buenos actores como Meryl Streep, Hathaway, Rich Sommer por mencionar algunos. Así que cumple su función de entretener.