28 octubre 2006

La dalia negra

Adaptar a James Ellroy es complicado. Sus extensas novelas tiene cientos de personajes y deceneas de tramas que se enredan a lo largo de los años en un Los Angeles totalmente corrupto. Brian Helgeland y Curtis Hanson lograron hacer una buena adaptación de L.A. Confidential sacrificando bastantes tramas y realizando algunos pequeños retoques para lograr una de las mejores cintas de cine negro de los últimos años.


Lamentablemente un tal Josh Friedman fracasa en condesar las más de 500 páginas de negrura de La dalia negra. La novela retrata el terremoto que provoca el asesinato de una aspirante a actriz en un curioso triángulo amoroso formado por dos policías y una chica. Quizá en este caso era más complicado eliminar tramas sin tocar el esqueleto de la historia, pero los remiendos y cortes hacen que el resultado quede bastante deslavazado y nunca esté claro a donde se dirige la trama. Después de un inicio demasiado lento la película se acelera en su parte final como si se estuvieran quedando sin celuloide y hubiese que acabar caiga quien caiga.


Otro problema es el casting de la película. Todos los protagonistas están bastante desafortunados. Josh Hartnett es demasiado joven y tiene demasiada cara de niño para el papel de tipo duro. Aaron Eckhart empieza bien pero su personaje se va desinflando a medida que el metraje avanza. Scarlett Johansson tiene cara de besugo durante toda la película y en lugar de emitir sensualidad parece un semáforo con esa boca de piñón pintada de rojo. Hilary Swank, que no tiene nada que demostrar a estas alturas, anda bastante perdida con un personaje que varía entre mujer fatal y niña tonta sin que uno se explique muy por qué. También hay que destacar la escalofriante sobreactuación de Fiona Shaw en dos escenas que parecen sacadas directamente de otra película, concretamente del final de El crepúsculo de los dioses.


En el reparto solo destacaría a Mia Kirshner que se lleva el gato agua en unas breves escenas en las que es capaz de transmitir toda la esencia de la derrota que destila la novela. Si por algo merece verse la película es por sus fugaces apariciones. De hecho resulta paradójico que el único personaje vivo de la historia sea el que está muerto desde el principio.


La dirección de Brian De Palma es bastante normalita quitando dos o tres destellos, como el combate de boxeo o el tiroteo con ecos de Sed de mal. La película queda muy lejos de sus mejores trabajos y de sus grandes desmelanamientos. Son más disfrutables otras cintas fallidas como Snake eyes que esta película del montón.

Para acabar una cita de bueno de James Ellroy: "nunca criticaré una película basada en mis novelas. Me dan mucho dinero y vendo más libros". El escritor está contento a pesar de que cuando se enteró del cast dijo que Josh Hartnett era demasiado guapo para vivir y Scarlett Johansson una actriz estúpida y una cría. Recomendada para los que donde dijeron digo y ahora dicen Diego.

24 octubre 2006

El laberinto del fauno

Creo que la nueva película de Guillermo del Toro tiene varios problemas, el principal es la indiferencia me produjo. Todo lo que salía en pantalla estaba muy bien pero no me importaba en absoluto. La culpa como casi siempre está en el guión.


Como ya ocurriera en La joven del agua, con la excusa de que te están contando un cuento, los autores esconden un todo vale que a mí desde luego no me vale. Encontré todo el guión trufado de cosas que ocurren porque sí. Ya me mosqueó la primera escena cuando se reconstruye la estatua y aparece el hada, así se las ponían a Fernando VII, pero luego la cosa va a más. Mi suspensión de incredulidad es bastante generosa pero tiene sus límites.


Hay una escena que resume los errores de la película. En ella el fauno pide a la niña que no coma nada de un banquete que verá. Entonces la niña junto con tres hadas se meté en la guarida de un monstruo horripilante, hace lo que tiene que hacer y a pesar de que las paredes están adornadas con estampas del monstruo comiendo niños la protagonista se queda allí comiendo uvas. Para más inri tiene que hacerlo todo a contrarreloj para que no se cierre la salida. ¿Por qué? En ningún momento se justifica la actitud de la niña que a mis ojos queda como una auténtica gilipollas. Si a partir de ahí la identificación con la protagonista desaparece solo queda esperar que la cosa no se alarge demasiado para volver a casa.

Lo veo y no lo creo

La película lleva por un lado la historia mágica de la niña y por otro lado el realismo de la guerra con los maquis. Aunque también podríamos decir que la película lleva por un lado la historia real de la niña y por otro lado el mundo mágico de la guerra con los maquis. Los personajes son todos de una pieza, por ejemplo Vidal (Sergi López) es más malo que Darth Vader con una úlcera y punto. El resto de personajes son igual de maniqueos y solo les falta llevar un cartel de bueno o malo colgado del cuello.

Por otro lado resulta extraña la situación que se plantea en este caserón perdido lleno de guardias civiles. Por ejemplo esa cola de racionamiento con gente que llega de no se sabe donde. Quizás eso haya sido así en alguna parte pero queda de lo más extraño.


Además la dos historias no tienen repercusiones la una en la otra excepto en la resolución. Para algunos el final es ambiguo pero que a mí me quedó bastante claro por muchos cabos sueltos que queden. A nivel técnico todo me pareció bien quitando el horrible encadenado entre los árboles que es algo cansino. Los actores están bastante acertados, quitando tal vez a Ariadna Gil que tiene que lidiar con un personaje bastante lamentable.

Del Toro promete una película más para cerrar esta peculiar trilogía sobre España. De momento lleva una bien y otra mal, ya veremos como desempata.

11 octubre 2006

Hostel

Hostel ha dado bastante que hablar y después de verla no entiendo demasiado bien por qué. No es una buena película, no es más violenta que otras y además te engaña con la carátula del DVD. El que pretenda ver una taladradora en la boca de alguien que espere sentado.


El primer problema es el mismo que tiene el King Kong de Peter Jackson, tarda en ir al grano una barbaridad. Si el mono tardaba una hora en salir, en este caso son casi cuarenta los minutos que pasan hasta que empieza la casquería, que es lo que hemos comprado vamos.

La película comienza con tres viajeros, dos americanos y un islandés, que recorren europa en busca de folleteo. No se a que viene que haya un islandés, yo creía que tras el accidente nuclear que provocó el nacimiento de Björk no quedaba nadie de allí. El caso es que, tras un giro de guión de garrafón, los tres amigos se encuentran con un tipo extraño que les dice que en eslovaquia se pueden tirar a las mejores tías de toda Europa. Ni cortos ni perezosos se van a un pueblo perdido a ver si mojan. Una vez en el hostal que da título a la película se ligan a unas tías buenas que enseñan las tetas a la menor oportunidad. En vez de sospechar que esas cosas no pasan se quedan allí para que los masacren.


A estas alturas ya llevamos media hora, pero el gore deberá esperar aún un rato más. A continuación los protagonistas siguen demostrando que el cuerpo del hombre solo tiene sangre para uno de sus dos cerebros. Cuando por fin llegamos al meollo tenemos las típicas escenas de violencia en lugares de higiene dudosa. Lo cierto es que apenas se ve un corte aquí o allá porque lo que abunda es el plano de objeto cortante contraplano de grito.


Tras unas explicaciones un poco rudimentarias, sangre a chorretontes y alguna que otra incongruencia la película se acaba sin dejar muchas huellas en la memoria. El guión es malo y la reaización bastante normalita, al menos no pretende hacernos reflexionar sobre la violencia como la lamentable Funny Games y más o menos da lo que promete. El amante de la casquería se lo pasará bien y el amante del terror verá que en los útlimos años se han hecho cosas muchísimo más inquietantes y/o rompedoras.

Película recomendada por la Consejería de la Juventud de Bratislava y el Ministerio de Turismo de Eslovaquia.

08 octubre 2006

El diablo viste de Prada

Hollywood, ese torbellino de diversión, dinero y estrellas, a veces también hace películas. Y a veces son estupendas.

Es el caso del Diablo viste de Prada una película basada en un best seller escrito por una ex trabajadora de Vogue que pone a parir a su jefa, la directora de la revista. Aquí el nombre de la jefa ha cambiado, pero se trata del mismo ser humano ruin y desagradable.



Andy Sachs (Anne Hathaway) es la joven periodista que comienza a trabajar en la revista de moda más famosa de Nueva York como ayudante de su directora, la temida reina de la moda Miranda Priestley (Meryl Streep). A la chica realmente le gustaría estar escribiendo en el New York Times, pero necesita un trabajo y debe hacer todo lo posible por caerle bien a su jefa.

Lo que en principio parece que va a ser una revisión de La Cenicienta pasa a ser una de Wall Street. La chica siente una mezcla entre odio y adoración por Miranda y su deseo de contentarla se convierte en una obsesión. Andy poco a poco se transforma en aquello que odia porque es lo que tiene servir al mismo diablo, que se queda con tu alma.

Los primeros 10 minutos de la película son maravillosos. Con un ritmo vertiginoso digno de un Hawks, David Frankel nos presenta a las protagonistas. Andy no sabe vestir pero es feliz y Miranda asusta pero tiene una ropa por la que más de una mataría. Pero como todo cuento, que lo es... es normal que los personajes sobrepasen los tópicos. No sería la misma película si Andy supiera qué es Dolce & Gabbana o si Miranda mostrara algo de humanidad.




El mundo de la moda aunque pudiera parecerlo a simple vista, no está caricaturizado, se muestra bastante parecido a lo que nos imaginamos. Solo tenemos que ver un miércoles en Cuatro el programa Supermodelo 2006 para quedarnos helados con el esperpento de personajes que por allí se mueven.

Pero esta no es una película sobre el mundo de la moda, ya digo que Wall Street y esta se pueden dar la mano. Es una película sobre las decisiones que nos hacen avanzar, sobre aquello a lo que debemos renunciar para seguir adelante. Miranda se ve a sí misma en Andrea, ve a la chica que fue, la que algún día tomó la decisión equivocada. Por eso al final de la película -spoiler- el director nos regala esa escena tan triste en la que ambas siguen caminos completamente opuestos. Miranda atrapada y Andrea libre -fin del spoiler.

Meryl Streep realiza un ejercicio de interpretación tan milagroso que hasta podría decir sin ruborizarme que es el mejor papel de su vida y si no gana el Oscar será la mayor injusticia de la historia del cine.